La cantera de ocre está hoy cubierta por un bosque encantador, un paseo es imprescindible. Es un parque patrimonial de 1,5 hectáreas con senderos para caminar, descansar en un banco o en una hamaca.
Quizás veas la pareja de ciervos o su cervatillo. Los setos que delimitan el parque están formados por ramas muertas, espinas y arbustos para acurrucar a los erizos.
Es un parque salvaje con cerezos y manzanos centenarios, ciruelos, membrillos, robles, castaños, avellanos, bojes y pinos centenarios. Plantamos árboles nuevos cada otoño para reemplazar los árboles frutales viejos. También hay una pradera de hierbas silvestres, dientes de león y margaritas, ¡la cancha de tenis cubierta de musgo alberga espectáculos y conciertos en verano! Los herrerillos y los pájaros carpinteros verdes silban durante el día, en primavera y en noviembre la migración de las grullas comunes cruza el cielo justo encima de nuestras cabezas.